lunes, 10 de agosto de 2015

Editorial Acero Revolucionario N° 34, Agosto de 2015

Órgano interno del Comité Central del PCMLV


El bloque imperialista EEUU-UE avanza en su cerco estratégico contra Venezuela

Es importante ratificar que el actual período del proceso revolucionario venezolano está determinado principalmente por elementos económicos, como la baja de precios del petróleo y la consecuente disminución de ingresos, expresión del impacto de la crisis capitalista con sus consecuencias; entra en juego también el fallecimiento de Chávez, y la necesidad de surgimiento de un nuevo liderazgo que se encuentra en proceso, sumido en grandes contradicciones de clase. Por la ofensiva de la burguesía imperialista con su sabotaje económico y el consecuente descontento de amplios sectores sociales, frente a un gobierno que se ve cada día más decidido a usar todos los medios para mantenerse pero que, por su composición de clase, no puede poner mano dura ante la burguesía. 

La ofensiva del bloque imperialista EEUU-UE tiene un punto de inflexión en el decreto de Obama que califica a Venezuela como amenaza inusual y extraordinaria, lo que junto con las acciones de bloqueo económico y la ofensiva mediática internacional, no son sino preparativos para un ataque directo. El impacto de todos estos elementos sobre las mayorías populares, así como la existencia de un gobierno que se percibe vacilante, dado esto por su carácter pequeñoburgués y policlasista, es un punto débil a la hora de enfrentar la actual ofensiva, ya que vemos unos líderes que se mueven entre los arrebatos discursivos izquierdistas y la conciliación con la burguesía, esperando de esta un comportamiento decente. 

Con las dificultades económicas propias del impacto de la crisis capitalista, el manejo errático de las finanzas y el sabotaje de la derecha, se ha venido generando una pérdida progresiva de la confianza de las masas en el actual gobierno y una penetración de actores de derecha en sectores que fueron controlados de forma total por el proceso en otros momentos, sin negar la gran capacidad de movilización que posee el PSUV como primera fuerza electoral del país.

Todo esto nos obliga a valorar con más agudeza las acciones del imperialismo en nuestro entorno de seguridad regional, es claro que el cerco estratégico se va cerrando, ahora con la amenaza creada en la región sur, con las acciones del títere presidente de Guyana podemos observar como el bloque imperialista EEUU-UE, va posicionando las fuerzas de la OTAN y va cerrando el cerco sobre Venezuela:

En la frontera con Colombia (SUR-SUROESTE-OESTE) están posicionadas las bases militares de Estados Unidos (OTAN), los paramilitares, el ejército colombiano y de este lado han construido la llamada media luna que según algunos de sus planes implica la división de ese territorio del resto del país, para lo cual han fortalecido también sus fuerzas de derecha. Por la frontera Caribe (NORTE) nos encontramos a poca distancia de nuestras costas con Aruba, Curazao y Bonaire, que son colonias del Reino de los países bajos de Holanda (OTAN) además de Trinidad. Lo que implica una acción en pinza que va desde el suroeste, este, norte y sur, para cerrar las posibilidades de auxilio a la hora del bloqueo o de una agresión militar.

Esto nos lleva a vislumbrar las posibles opciones, siendo la primera preparar la resistencia en caso de total aislamiento, lo que implica en primer lugar la producción de alimentos, la salud y la capacidad de mantener en funcionamiento el aparato económico básico; en segundo lugar, la movilización de todas las fuerzas patrióticas, civiles y militares para construir un dispositivo de defensa integral, y en tercer lugar, romper el cerco, lo que plantea la necesidad de alianzas con el movimiento popular y revolucionario de los países vecinos, para obtener solidaridad, además de los insumos necesarios para la resistencia de largo plazo.

Consideramos que las acciones de los gobiernos de Colombia, Guyana o de los otros limítrofes no obedecen a una acción planificada de estos, ni una iniciativa propia, es la acción del bloque imperialista de los Estados Unidos y la Unión Europea (EEUU-UE) que mueve sus peones preparándose para utilizar los medios de dominar la situación por vías violentas (intervención de la OTAN) si las otras formas se escaparan de sus manos. Por esta razón es necesario denunciar la injerencia imperialista, los ánimos del nacionalismo exacerbado, el chauvinismo, la xenofobia que algunos pretenden inculcar en nuestros países, para promover guerras entre los mismos pueblos explotados, ante los cual, el internacionalismo proletario en la única opción; la solidaridad de los explotados del mundo, en especial de esos países donde el imperialismo occidental incuba la agresión contra los revolucionarios, para preparar las fuerzas que enfrentarán unidas a nivel continental la agresión contra nuestros pueblos. 

Debe quedar claro que la agresión militar es instrumento del imperialismo, que utiliza estos sentimientos para crear las condiciones para la intervención. Los burgueses de estos países están subordinados al capital internacional y no a los intereses nacionales, por eso no existe en la etapa imperialista una burguesía verdaderamente nacional, ya que sus intereses están unidos a los de las grandes corporaciones capitalistas transnacionales.

Por estas razones es hora de profundizar y ratificar nuestros análisis en relación a las posiciones revolucionarias estratégicas y las acciones para fortalecer el proceso de consolidación de las estructuras y el crecimiento del partido en preparación ante los escenarios venideros.

¡El socialismo sólo se construye con la alianza obrero-campesina en el poder y el pueblo en armas!

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